¿Por qué solo uno?

Debo confesar que amo el concepto de objetos únicos, y que independiente del valor económico o emocional, ese objeto encierra una experiencia única e irrepetible.

Al guardarla, siento que puedo tener ese momento o sensación conmigo para siempre.

Siento que es como congelar el tiempo y el espacio. Me gusta creer que cada obra recoge un espacio único e íntimo que es solo suyo… Por eso me desafío constantemente a que cada una conserve su propia identidad, me desafío a crear obras distintas en términos de formas, paleta cromática y estilos. 

Y la verdad es que cada obra tiene su historia y cuando se va, la lleva consigo.